16.2.11



Me refugio en mi esperanza, engañándome a mí misma para hacerme creer que el resto de mi vida será mejor, que regresarán los tiempos pasados que no supe valorar. Pero no, no creo que sea así. Por decepcionante que resulte admitir y asimilar la realidad, por dura y cruel que esta sea, es así, y no hay vuelta de hoja. Ya no me hago preguntas sin respuesta, pero de vez en cuando no puedo evitar que alguna que otra surque mi mente. A veces, muy pocas, tengo miedo a no llegar nunca a poder ser feliz. Pero me paro a pensar, miro al presente, a mi día a día, a mi vida y veo tantos momentos que me han hecho feliz... Veo muchas cosas que me hacen disfrutar, me veo contenta. Y pienso si en verdad, llevar la vida pasada me hubiera producido mayor satisfacción. Y dudo. Pero nunca sé qué responderme a mí misma, porque observo mis recuerdos, los deslumbrantes días en que mi vida transcurría como la de otra persona cualquiera... y la verdad, echo de menos ese pasado. Pero es pasado, y como tal, no puedo regresar a él para mejorar mis errores, así que me limitaré a meter la pata de nuevo e intentar mejorar y disfrutar de las cosas que tengo, pues ahora mismo, junto con el recuerdo, eso es todo lo que me queda.

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